República Dominicana es dueña de increíbles tesoros, grandes atractivos para el turismo; las playas de Punta Cana, los históricos edificios de Santo Domingo, los arrecifes de Bayahibe, los atractivos de La Romana, las aventuras y deportes de Cabarete, entre otros.
La flora es un componente esencial de las postales paradisíacas de las ciudades dominicanas. Especies exóticas, coloridas y gran porte invaden los paisajes, aportan belleza a las imágenes de las ciudades y playas. El reino vegetal de República Dominicana combina variados ejemplares, sin embargo existe una flor que se destaca por su singularidad, su belleza y su uso ornamental: la Pereskia Quisqueyana.
La Pereskia Quisqueyana, más conocida como Rosa Bayahibe es una especie característica de esta zona. Pertenece a la familia de los cactus, es uno de los pocos ejemplares de esta especie de cactus que desarrollan hojas. El tronco está cubierto de espinas de color amarillo que brotan de las areolas. Sus hojas, de forma elíptica, presentan un importante grosor, y son de color verde claro brilloso. Las flores, que brotan del extremo de las ramas, poseen un color rosado- salmón que las convierte en una de las más bellas flores típicas de Dominicana. Los frutos, de color verde amarillento, son globosos y albergan en su interior un gran número de semillas negras.
Se trata de una especie capaz de alcanzar los 6 metros de altura, muy utilizada con fines ornamentales. Su docilidad y belleza hacen que se la utilice con frecuencia para adornar balcones, macetas y rincones. Es una planta dioca, es decir que posee ejemplares masculinos y femeninos. La reproducción se logra mediante la polinización realizada por insectos. Es una especie que presenta la peculiaridad de florecer durante todo el año, lo que potencia su uso en decoración y ornamentos.
Fue descubierta en el año 1977 por el botánico Alain Liogier, en Bayahibe. Este último es el único rincón del mundo en donde se desarrolla la Pereskia Quisqueyana. Esto motivo que se la denominará en forma alternativa Rosa Bayahibe. Por ello fue designada Flor Nacional Dominicana, como representante de la flora típica del país. Inicialmente se descubrieron ejemplares macho, pero con el paso del tiempo se encontraron plantas hembra. Actualmente la variedad se encuentra en extinción; de los 27 ejemplares que existían en Bayahibe, 26 fueron eliminados en un acto de vandalismo. Utilizando sus semillas, los ambientalistas y protectores están intentando propagar la Flor Nacional. Esta especie se propaga además por esquejes (trozos de tallo verde que se corta del tronco y se planta en tierra fértil).
Tan importante como las playas, las comidas y la propia historia de República Dominicana, esta flor es sinónimo y esencia de su cultura. Sus coloridos pétalos, verdes tallos y marcadas espinas, son representativos de la increíble Bayahibe. Admirar esta especie es una forma de aproximarse a uno de los símbolos de la cultura dominicana y a su magnífica flora.